Boletín Informativo de Comunicación Estratégica FADYCS R-AP-32-08-05 Ver. 2

Cómo enfrentarnos al entorno VUCA en el sector educativo



Fotografía: Comunicación Estratégica


Ahora más que nunca las empresas de los sectores económicos productivos se encuentran en un entorno VUCA, el cual se caracteriza por un contexto que está sujeto a cambios variables como consecuencia de diversos factores, entre ellos, la globalización y el desarrollo de la tecnología, estos macro procesos que conllevan una interconexión, interdependencia, interdisciplinariedad y desregulación son entes representativos del proceso de innovación que influye a nivel mundial en el flujo de la economía, información, producción, mercado laboral, tecnología, entre otros.


En este sentido, VUCA hace referencia en sus siglas en inglés a los conceptos de Volatilidad (volatility), Incertidumbre (uncertainty), Complejidad (complexity) y Ambigüedad (ambiguity) que bajo este entorno las empresas responden a los cambios y desafíos para centrarse en los beneficios y oportunidades que estas representan en su crecimiento para sobrevivir en el mercado.


Cabe señalar que el sector educativo no está exento, incluso este análisis puede aplicarse en el ámbito personal, si nos cuestionamos como debemos de enfrentar nuestro entorno VUCA desde la perspectiva laboral o personal, por estar sujetos a los constantes cambios nacionales como globales que de alguna manera nos impacta. Ya sea como empresas o individuos debemos desarrollar conocimientos, habilidades y destrezas para ser capaces de resolver y adaptarnos ante cualquier cambio, si queremos cumplir nuestros objetivos.


En este contexto, Bob Johansen nos invita a ser líderes para dar soluciones en lugar de quejarnos del ecosistema donde nos desempeñamos, uno de sus planteamientos ante la volatilidad menciona que todo ser humano cuenta con la capacidad de tener visión, así como aprender a pensar diferente nos conduce a generar métodos de trabajo prácticos y ágiles para dar respuesta a cualquier cambio que modifique nuestra rutina y aprovechar las nuevas oportunidades de desarrollo.


En cuanto a la incertidumbre debemos entender la situación que se está enfrentando y analizarla, es decir, contamos con la capacidad de hacer una pausa, observar y pensar objetivamente lo que está ocurriendo, e informarnos para tomar una mejor decisión y no por impulso, porque nos llevaría a crear un caos innecesario. Debemos aprender a administrar estos imprevistos para controlar los riesgos de los acontecimientos y utilizar herramientas y técnicas administrativas para reducir el grado de incertidumbre.


Ante lo complejo hay que implementar acciones claras, objetivas y realistas; es decir lo que está a su alcance en resolver y trabajar en eliminar la desinformación, documentarse de los hechos precedentes e identificar hasta el más mínimo detalle, para que la complejidad de la situación se reduzca ante las posibles soluciones que desarrolla y aporta al equipo de trabajo.


Para contrarrestar la ambigüedad, la que nos arrastra a lo confuso en hechos o palabras por las diversas formas en que interpretamos las cosas. En este sentido, es necesario comunicar de forma clara nuestras ideas, experimentar y ser ágiles para responder ante el cambio. Por ello, mejorar la efectividad personal y organizacional implica claridad en tus objetivos, reinvención, adaptación, generación del pensamiento crítico, análisis del contexto, preparación y ejecución para responder ante cualquier entorno VUCA, maximizando las herramientas tecnológicas, físicas y mentales, con los recursos que estén a nuestro alcance.



 

 


Fecha: 2 de abril de 2020.

Entidad: Dirección FADYCS.

Categoría: ETGAE3.2

Publica: Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.